¿NUNCA ES SUFICIENTE?
- Mireia Sánchez | Psicóloga sanitaria
- hace 3 días
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Actualizado: hace 21 horas
Detrás de una personalidad exigente, perfeccionista o excesivamente productiva o activa se puede esconder una vivencia interna de insuficiencia: sentir que no soy suficientemente válido, bueno, capaz, adecuado, etc.
Una de las formas que desarrolla el cerebro para compensar esta vivencia interna dolorosa Detrás de una personalidad exigente, perfeccionista o excesivamente productiva o activa se puede esconder una vivencia interna de insuficiencia: sentir que no soy suficientemente válido, bueno, capazes crear mecanismos de protección dirigidos a obtener ese supuesto reconocimiento o validación que sentimos que nos falta (estar siempre disponible para los demás para que vean lo buen amigo/persona/pareja que soy, exigirme o dar siempre lo mejor de mí e intentar que todo esté perfecto para demostrar lo capaz y lo válido que soy, etc.) Evidentemente a corto plazo la herida se calma, pero a largo plazo estos mecanismos de compensación debilitan al sistema (pudiendo facilitar la emergencia de trastornos como ansiedad, depresivos, etc.) y lo que suele ocurrir normalmente es que refuerzan la creencia inicial de insuficiencia.
¿Por qué? porque como todas las heridas, ya sean físicas o emocionales, la curación proviene de dentro. ¿Qué quiere decir ésto? pues en este caso en concreto, para sanar esta vivencia en primer lugar es necesario COMPRENDER ¿dónde aprendí que soy insuficiente o que haga lo que haya nunca será suficiente? ¿de dónde viene? ; ¿qué situaciones en el presente me activan la herida? ;
Asimismo es importante darse cuenta de cómo me regulo cuando me siento así: ¿de qué manera me relaciono con esta vivencia interna? ¿cómo me regulo a nivel emocional cuando me siento así? ¿Cómo estaría bien que me tratase o que hiciese de diferente en vez de lo que ya hago y que no sirve o que no me ayuda?
Y también habría que intervenir de manera específica en las experiencias, recuerdos o situaciones que generaron, reforzaron y mantienen esta creencia negativa y vivencia de carencia, de falta, de sentirse siempre incompleto.
El mensaje: se puede sanar. Por suerte actualmente existen tratamientos validados y reconocidos clínicamente para sanar aquello que está en la base de nuestro sufrimiento.
Me gustaría añadir que no tiene nada que ver el sentimiento de superación con la vivencia de que siempre falta algo o que nunca es suficiente. Es genial sentir el deseo de que nuestra situación la laboral mejore o que en nuestra relación de pareja haya una comunicación más eficaz para resolver mejor los conflictos, por ejemplo, la cuestión es preguntarse : ¿Desde qué lugar me muevo o quiero alcanzar ese nuevo objetivo? ¿Desde la carencia, el miedo o el vacío (la insuficiencia) o la presencia y el amor por cuidarme y alcanzar las metas que deseo?
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