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  • Foto del escritor Mireia Sánchez | Psicóloga sanitaria

GUÍA DE RUPTURA DE PAREJA CON HIJOS. QUÉ HACER Y QUÉ NO HACER

Actualizado: 5 jul 2020

Existen separaciones que se llevan a cabo de manera pacífica y cordial, y otras que desatan auténticas guerras en dónde los niñ@s quedan atrapados y secuestrados sufriendo sin salida prácticas familiares maltratantes. A veces ocurre que la falta de cuidado, protección, empatía y buenos tratos viene solamente de una parte y otras veces proviene de las dos partes. También no nos hemos de olvidar

de las familias respectivas de cada parte, ya que a veces juegan papeles importantes y contribuyen al malestar y al sufrimiento de los niñ@s. En este post y en los videos que iré colgando hablaré de prácticas habituales que se llevan a cabo por los excónyuges, pero aún padres de los niñ@s que son perjudiciales y que van en detrimento del sano desarrollo psico-socio-emocional de los niñ@s a su cargo.




1. HABLAR MAL DE LA EX-PAREJA O DEL PADRE/MADRE DE TU HIJ@ a tu hij@

Es una práctica habitual que ocurre en padres que están separados y existe mala relación entre ell@s. También se observa muy a menudo en caso de violencia machista, donde en este caso el padre continúa el maltrato psicológico que antes profería a la mujer a través del niñ@. A veces las heridas emocionales, el rencor, el odio, la impotencia que puede producir una separación ciega a los adultos y desborda su capacidad de contención emocional. Además, es posible que estos adultos a parte del dolor y el sufrimiento vivido en esta relación conyugal, arrastren traumas y sufrimiento desde edades tempranas y toda la situación de la separación reactive y desencadene dolor y heridas del pasado: no sentirse suficientemente querid@, no sentirse valorad@, no sentirse visto@, etc. Las rupturas sentimentales son momentos vitales que pueden desencadenar traumas relacionales vividos en la primera infancia o adolescencia y si esto ocurre el cerebro emocional está al mando, las emociones dolidas son las que llevan el volante del coche y no hay espacio para el raciocinio. Por eso, ocurre en muchas ocasiones que los niñ@s pasan a ser instrumentos para ganar la supuesta guerra con el otro cónyuge, sin darse cuenta que la auténtica batalla se desata en su interior.


Como adulto, como expareja, como padre o madre tienes unas vivencias, unas emociones, unas creencias y pensamientos determinados, un vínculo específico con la otra persona. Tu hij@ tiene otras. Para tu hij@ esa persona a la que tú criticas, desvalorizas, desacreditas, insultas, menosprecias, etc., es su padre o su madre, no es su expareja, tiene otras vivencias diferentes a las tuyas, tiene otro vínculo muy distinto al tuyo, tiene otras creencias respecto a esa persona, etc. Hablar mal de manera constante y prolongada en el tiempo del padre o de la madre de tu hij@, puede afectar gravemente a la salud emocional y física del niñ@: confusión, le genera sufrimiento y malestar, síntomas de ansiedad, estados de apatía, depresión, síntomas disociativos, irritabilidad, etc. Ya que el niñ@ posee unas vivencias, unas creencias propias, un vínculo único con esa persona y es importante respetarlo y no contaminar su mundo interno con el tuyo, sois personas diferentes, además él o ella es un niñ@ con un cerebro en construcción y más vulnerable al dolor, a las situaciones y vivencias estresantes. En el caso último que consideres que independientemente del conflicto familiar el padre o la madre del niñ@ es una persona dañina deja que sea él o ella que se den cuenta por sí mim@s. Es importante que ell@s construyan su propio criterio ajustado a lo que ell@s sienten. Y en el caso que consideres que la otra persona, el padre o la madre es un adulto que no se puede hacer cargo del niñ@ porque tiene conductas maltratantes y/o negligentes toma las medidas que consideres oportunas. Es importante estar bien asesorado o asesorada y compartir esta decisión con personas de confianza.


En el caso que ocurra que tu hjj@ te venga diciendo que cuando estaba con su padre o su madre, éste o ésta le ha dicho que tú eras “insulto” por ejemplo, es importante mantener la calma, y si en ese momento no se le puede dar una respuesta porque te embriaga la ira, dejarlo para otro momento, y no entrar en la misma práctica que realiza la expareja. Una posible manera de afrontarlo seria decirle a tu hij@ que si él cree que la mamá o el papá es lo que ha dicho la otra persona, es decir, apelar a su criterio y a sus vivencias. Normalmente niegan que ellos piensen eso, y si dicen que sí, sería importante volver a mantener la calma y averiguar los motivos que tienen para pensar así e iniciar una conversación empática y comprensiva con tu hij@.


Se puede hablar mal del excónyuge, claro, es una manera de desahogarse e ir procesando el dolor por la ruptura, pero no lo hagas con tus hij@s. Puedes hacerlo con otros adultos, por ejemplo, amig@s, familiares, un/a profesional sanitari@, un/a asistente social. Hay muchas personas que te pueden escuchar y apoyar y con las que te puedes desahogar realmente y no les harás daño haciéndolo. Puedes evitar mucho sufrimiento a tus hij@s, no vale la pena, solamente has de poner un poco de conciencia y de empatía para tu hij@.


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