Texto extraído del libro: "Sabiduría estratégica. Cambiar y cambiarse, creando un futuro mejor de Andrés Martín Asuero". Este fragmento les puede resultar interesante a las personas que sientan que estén en un proceso de cambio o que quieran crear o llevar a cabo un proyecto. Espero que les inspire.
Uno de los obstáculos sutiles al cambio es que uno no se acaba de creer que es posible. Por eso, para evitar la amargura del fracaso, no es capaz de detallar exactamente que quiere hacer con su vida o con su carrera profesional. Desgraciadamente, si no se sabe a dónde ir, como decía el conejo del cuento de Alicia en el país de las maravillas, cualquier camino es válido. Pero si queremos ir a algún sitio, el camino de la visión es el más poderoso. Veamos cómo se puede articular una visión atractiva que ayude al cambio.
Primero una persona debe reflexionar sobre su ámbito de liderazgo, sobre esa dimensión de su vida, trabajo u organización que desearía cambiar e imaginarse el cambio con el mayor lujo de detalles pero cumpliendo estas cinco normas.
1. Aplicando ilusión, sin miedo. Sin intentar adapatarse a lo que es posible (ya que eso no lo sabremos hasta que lo intentemos). Sin orientar el cambio a evitar algo que uno no desea. Es decir, imaginar un cambio en positivo, en algo que uno gana para sí o con su grupo, familia o equipo.
2. El cambio debe ser específico, allgo concreto que me pueda imaginar, no algo abstracto como <<tener éxito>>. Hay que traducir las expectativas a hechos concretos que se puedan registrar con una cámara, que lo viera alguien que viene de visita. Hay que crear una historia donde quede claro que se consiguió aquello que uno deseaba.
3. El proceso de visión no consiste en proyectar cómo se llega de ahora hasta ese esperado momento, el líder nunca lo sabe a ciencia cierta, hay que saltar al futuro directamente. Visualice los resultados, con tanto detalle como pueda, exagerando si quiere. Recuerde las palabras de Viktor Frankl: <<Si el hombre sabe el qué encuentra el cómo>>.
4. Imagíneselo en el presente, como si eso fuera posible aquí y ahora. Recuerda el famoso discurso de Martin Luther King, que puso en marcha los derechos civiles en EE.UU: He tenido un sueño.
5. Póngase en la imagen, sienta que lo ha logrado, imagínese que lo vive y que está usted ahí, forma parte de ello y se siente orgulloso de haber contribuido a ese cambio.
Para hacer este ejercicio es necesario encontrar un momento de calma, en el que su mente no esté constantemente preocupada con cuestiones urgentes del futuro o con recriminaciones del pasado. Utilice un día que esté con la mente serena y abierta.
El poder de la visión resulta de orientar la atención hacia aquellos aspectos de la realidad que están relacionados con conseguir esta visión. Aspectos que, de no tener la visión, pasarían desapercibidos por la atención.
Sea lo que sea lo puedes hacer, empiézalo. La audacia contiene genio, poder y magia.